Contexto de la seguridad de los alimentos
La garantía de tener los alimentos necesarios para el bienestar y proyección de la alimentación, no la encontramos únicamente en el requerimiento físico y el consumo, sino en una respuesta integral de nuestros territorios y nuestra cultura, de tenencia actual y futura de nuestros propios valores y el reconocimiento tecnológico tradicional propio. Esta ha sido la manera de resistir en medio de la guerra que ha llegado a nuestras comunidades y a nuestros territorios, por que hemos demostrado que no tenemos necesidad de hacer parte del conflicto armado, para la solución de nuestras deficiencias y necesidades colectivas.
A pesar de las acciones y recursos institucionales aplicados para solucionar la problemática indígena en la Sierra Nevada de Santa Marta, gran parte de estos esfuerzos no han tenido los efectos esperados, puesto que no se han canalizado adecuadamente los procedimientos y las formas para interactuar con los pueblos indígenas, alrededor de los valores, los propósitos y los derechos indígenas, que son los caminos para garantizar la presencia indígena en la humanidad.
En tal sentido, el pueblo Arhuaco, ha reafirmado la necesidad de impulsar, afianzar y potenciar el manejo y uso derivado de su visión cultural, la tenencia de la tierra dentro del territorio, el reconocimiento de las especies nativas y endémicas de nuestro territorio, el desarrollo de nuestros cultivos para uso alimenticio a partir de semillas propias y las prácticas de nuestras costumbres, técnicas y rituales que se consagran en la ley de origen, para nuestros cultivos.
Uno de los aspectos de gran relevancia en los procesos de producción, reproducción y conservación de los alimentos del pueblo Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta, son las autoridades y las comunidades tradicionales locales, dentro del marco general que establece la tradición. Esto es lo que determina las razones para que exista una real conciencia de los patrones culturales; que permiten la conservación y el mantenimiento del equilibrio entre el hombre y la naturaleza como garantía para el autoabastecimiento de alimentos, para el cuerpo y para el alma.
Como se explica claramente, “nuestro territorio es importante no sólo por la diversidad biológica, sino porque existe una cultura que está basada en la concepción integral y sagrada del espacio que habitamos, sustentada en el desarrollo de los conocimientos tradicionales, que han sido heredados de generación en generación, desde la creación del mundo hasta hoy, para el uso y manejo de nuestros recursos y el desenvolvimiento de nuestra cultura y nuestros valores. En otras palabras, los conocimientos tradicionales para el manejo del territorio están ligados íntimamente al espacio geográfico, topográfico y ambiental; para asegurar la soberanía de la producción alimentaria y la perpetuidad de la cultura que sabe y conoce de su espacio físico”.